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Cerro Matoso, pionera en eficiencia y líder en sostenibilidad

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La compañía enfatiza en una reconciliación entre la prosperidad económica, los recursos naturales y la sociedad, de modo que la vida en el Alto San Jorge (sede de la operación de níquel) sea de armonía en el relacionamiento con los empleados, el medio ambiente y las comunidades que viven en el área de influencia.

Desde hace más de cinco años la minera estableció un Diálogo Social con las comunidades pertenecientes a etnias indígenas, campesinas y afrodescendientes que habitan la zona. Los resultados son evidentes en beneficio de la confianza creada y de los impactos en calidad de vida de esa población.

Prioridad, lo social

En inversión social los avances han sido mayúsculos. A la fecha, 86 de jóvenes que no tenían otro futuro que dedicarse a la agricultura y a la pesca están cursando programas educativos en las universidades de la región gracias al Programa de Becas de Educación Superior patrocinado por Cerro Matoso. Los pioneros de esa iniciativa ya son profesionales y están irrigando conocimiento y experiencias en sus poblaciones.

El presidente de Cerro Matoso, Ricardo Gaviria, explica que, “hemos entregado 95 becas a miembros de nuestras comunidades vecinas, tenemos diez graduados y veinte próximos a terminar. Nos llena de orgullo y satisfacción contar con este programa que está transformando la vida en muchas familias. Cuando en la casa hay un profesional, la vida es diferente. Es gratificante para la empresa tener a varios de esos becarios como practicantes”. Añade que el beneficio incluye un acompañamiento constante para solucionar dificultades en el proceso formativo ya que se trata de jóvenes que han vivido siempre en el campo.

Salud y vivienda dignas

Las comunidades y la empresa acordaron un programa de mejoramiento de las casas de habitación. Solo quienes han padecido la tragedia de vivir con piso de tierra saben lo que esto significa. “La construcción de viviendas es una ejecución que le ha cambiado la vida a centenares de familias que ahora ya viven en cómodas construcciones. Con recursos de inversión social de Cerro Matoso ya se han intervenido un total de 467, la cifra de inversión asciende los $4.200 millones pesos. Hay otras intervenciones programadas para realizarse este año”, dice el Vicepresidente de Asuntos Corporativos, Luis Marulanda.

Vecindario verde

La niquelera que cumple más de 35 años de operaciones, ha ido más allá en su gestión ambiental. De la mano de las comunidades, ha establecido programas de reforestación, de veedores ambientales, de protección de las fuentes hídricas, la fauna y la flora. “Para Cerro Matoso, hacer una adecuada gestión ambiental que nos permita promover y generar una cultura del cuidado, protección y conservación de los recursos naturales, es uno de los objetivos más importantes y el compromiso más grande que tenemos dentro del desarrollo de todas nuestras operaciones. Somos conscientes de la importancia de hacer un uso adecuado y racional del agua y la energía, así como contar con mecanismos de monitoreo y control sobre las emisiones y los residuos que producimos, de manera que los impactos inherentes al proyecto no desborden en ningún momento los límites establecidos en las normativas ambientales vigentes”, asegura el Presidente Ricardo Gaviria.

Sí a los derechos humanos

La empresa fundamenta el relacionamiento con los habitantes en el respeto por los Derechos Humanos haciendo énfasis en la inclusión, la igualdad, el respeto por la diferencia, el derecho al trabajo, el respeto por los compromisos, la equidad, la digna calidad de vida y el futuro sostenible. Para el propósito se mantiene una estrategia formativa de capacitaciones, convocatorias y planes concertados y firmados con las comunidades, empleados y demás grupos de interés.

Con las comunidades se ha construido un marco de confianza que ha desembocado en el desarrollo armónico de las consultas previas de ley, y las convocadas voluntariamente por la empresa para socializar los proyectos de la compañía, sus impactos y posibles compensaciones, pero sobre todo, para que las comunidades estén enteradas, sean participativas y conocedoras de la operación, y otras acciones de la organización, así como de sus derechos.

Las juntas de acción comunal, por ejemplo, son aliadas estratégicas de la niquelera en la construcción de estudios que hacen parte de los procesos consultivos. “No solo creemos que las consultas son mecanismos para generar confianza, sino que propiciamos escenarios de comprensión de estas a través de convenios que generan proyectos e iniciativas concertadas. Para nosotros es fundamental que las comunidades hagan parte integral de cómo Cerro Matoso se desempeña en la región”, afirma Luis Marulanda.

Cerro Matoso sigue siendo un negocio rentable para el país a pesar de las pérdidas que en los años 2015 y 2016 reportó debido a los bajos niveles del precio del níquel en el mercado internacional y a la disminución de la producción. Al cierre del año calendario de 2018, los indicadores fueron positivos. En el último quinquenio Cerro Matoso ha pagado por concepto de Regalías más de $475 mil millones, y por Impuesto de Renta, un valor cercano a los $238 mil millones. En conclusión, para Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso, “la compañía, a pesar del decaimiento de sus reservas, continúa siendo un buen aliado para el sector, el país y la región del Alto San Jorge”.

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