Se celebra hoy el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, saludamos a todas las mujeres de Cerro Matoso que trabajan desde esta área del conocimiento y valoramos sus esfuerzos en investigación y creatividad.
Dice la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, al promover esta fecha, que la igualdad de género es una prioridad mundial y que, mediante el apoyo a las niñas, su educación y su plena capacidad para hacer que sus ideas se escuchen, son elementos que impulsan el desarrollo y la paz.
Agrega la organización que, “Si aprovechamos la creatividad e innovación científicas de todas las mujeres y niñas e invertimos adecuadamente en el carácter inclusivo de la educación, la investigación, el desarrollo y los ecosistemas, tenemos una oportunidad sin precedentes para utilizar el potencial de la cuarta revolución industrial en beneficio de la sociedad”.
En el Programa de Becas a la educación Superior patrocinado por Cerro Matoso hay varias mujeres dedicadas a formarse en alguna ingeniería, sueños que se van cumpliendo gracias a la iniciativa que lidera la empresa y a la responsabilidad de las valientes mujeres que provienen de las zonas rurales en donde no hay alternativas para estudiar.
Con ocasión de esta conmemoración, dos de ellas escribieron sus propias reflexiones: Yina Contreras, estudiante de Ingeniería Eléctrica en la Universidad del Sinú considera que, “Cerro Matoso ha jugado un papel fundamental en mi vida, ya que me brindó la oportunidad de hacer lo que más me gusta, estudiar una carrera profesional en Electricidad. Estoy muy agradecida. En ocasiones llega el temor de fallarme a mí misma como persona, a mi familia e incluso a la empresa que me apoya en todo este proceso, me ha tocado relacionarme más con los hombres, ya que soy la única mujer del salón, pero eso no ha sido un impedimento para desarrollar conocimientos nuevos y aprender lo maravillosa que es mi carrera. Animo a que no nos quedemos con la imaginación sino también hagamos lo necesario para hacerla realidad, sabemos que todo tiene su riesgo, pero de eso se trata, de atrevernos alcanzar nuestros propósitos”.

Kenyi Chica Díaz, estudiante de Ingeniería Industrial, perteneciente a la comunidad indígena de Puente de Uré, escribió: “A través de lo que hasta el momento he vivido, puedo decir con toda seguridad que es posible triunfar como ingeniera, pues las mujeres no solo poseemos un tremendo deseo por hacer realidad nuestros sueños, si no que tenemos la capacidad para lograrlos. Sólo basta con creer en nuestro poder interno, ser nuestra propia motivación, empoderarnos y dejar que la profesión que hemos escogido nos permita crecer como personas, emocionarnos y divertirnos. No elegí ser ingeniera porque suene bonito, elegí ser ingeniera porque soy capaz. ¡Soy mujer, soy ingeniera!”.